Alumnos sin maestros
30/08/2011 Deja un comentario
¿Dónde está mi maestro? Es la pregunta que se hacen en nuestro país millones de alumnos.
En México se registran hasta 21 mil 178 profesores asignados a alguna comisión especial, o sea, que no están dentro de sus aulas y por lo tanto, sin dar clase a sus alumnos.
“Más allá del escándalo de entrada, pensemos esto: estamos invirtiendo más de 2 mil 500 millones al año por maestros que no están frente a grupo, es razonable en un país como este tener 21 mil maestros fuera de su grupo, piénsenlo al revés, 21 mil grupos sin maestro, con un sustituto improvisado en ese sentido?”, David Calderón, Dir. General Mexicanos Primero.
Y es que no se aprende teniendo una silla o un lugar en la escuela; se aprende teniendo un buen maestro, consideraron los participantes de la presentación del análisis que elabora la organización ciudadana: Mexicanos Primero.
Informaron que en los últimos tres años la Secretaría de Educación Pública ha entregado a la Cámara de Diputados información sobre el padrón de maestros, incompleto y poco confiable.
Pero también lamentaron que a los maestros se les trate como botín político o peor que eso.
“Es muy delicado lo que voy a decir pero lo afirmo, han sido tratados como ganado que se sube a cajas a carros de ferrocarril, es solamente contabilizado y uno espera que de estas personas tratadas así, mal tratadas así, surja el mejor ejemplo de ciudadanía y que en ellos depositemos la confianza de la construcción de una sociedad democrática, cuando han sido sujetos a un trato vertical que no les escucha que les impone”.
La Comisionada Presidenta del IFAI, Jacqueline Peschard, demandó meter al orden las cuentas que entrega la SEP.
“Creo que sí valdría la pena que hubiera un padrón una auditoría específica para el padrón de maestros, es decir, no solamente la auditoria superior de la federación de dar seguimiento a la cuenta pública y al gasto etcétera, sino que pudiera haber una auditoria especifica a la actualización, a la calidad de los datos del padrón”.
Añadieron que el descalabro mayor no es al erario público, sino al capital humano, al futuro de México, que son los niños.
Oscar González