Las autoridades agropecuarias reconocen que 19 de las 32 entidades del país, están sufriendo los efectos de la peor sequía en décadas, entre las que destacan Durango, Coahuila, San Luis Potosí, Chihuahua y Zacatecas.
Este fenómeno de sequía extrema es cíclico y se presenta en el país, cada 14 años en promedio, explicó el catedrático universitario, Carlos Escalante Sandoval, quien no descartó que dicho fenómeno se extienda a todo el país.
“Pero pudiera ya parecerse a lo que ocurrió en mil 982, en donde el total de los estados de la república mexicana fueron afectados de determinada magnitud”.
Ello porque estados del centro y sureste como Veracruz y Querétaro, ya han comenzado a sentir los efectos de la falta de agua, problema que podría agudizarse en los próximos meses.
“Yo creo que sí, también depende mucho de cómo venga el próximo ciclo de lluvia, porque pudiera pensarse que 2011 fue la punta no, dentro de los periodos normales ocurre esto 2 o 3 años consecutivos, pero siempre existe un pico, probablemente pudiera descender, sería muy grave que no hubiera sido el pico del déficit y que éste lo fuera, porque entonces la situación se volvería más compleja”.
Solo en 2011, este fenómeno afectó 2.7 millones de hectáreas en 7 de los principales cultivos, sobre todo en Sinaloa, Zacatecas y Guanajuato, situación que podría agravarse en este año.
“Es que ante el mismo déficit de lluvia, las demandas en realidad se han incrementado, entonces tenemos prácticamente el mismo déficit, el mismo recurso, pero hay que repartirlo entre mayor número de usuarios, sobre todo pues en la agricultura o en los centros urbanos, eso es lo que hace cada vez más complejos los periodos de sequías”.
Este problema de sequía extrema podría durar entre 2, 3 o 4 años, en promedio, dependiendo de las condiciones de cada región.
A la fecha, mil 213 municipios ya sufren los estragos de la falta de agua, que no solo tiene efectos sobre la producción agrícola y ganadera, sino también, en la salud y desarrollo de la población.
“Pues la escases de los alimentos, el encarecimiento mismo de estos y también pues la falta pues de productividad, la desesperanza”.
Las autoridades agropecuarios estimaron que en 2 mil 11 la producción de productos básicos fue de 31 millones de toneladas y se importaron 11.7 millones más, tan solo de maíz, para garantizar el consumo humano.
José Luis Guerra García