En México hay alrededor de 3 millones y medio de jornaleros agrícolas, principalmente indígenas, que salen de sus comunidades a buscar trabajo en condiciones infrahumanas.
Así lo revela el informe denominado “Migrantes somos y en el camino andamos”, elaborado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
“A pesar de que existen en nuestro país alrededor de 3.5 millones de jornaleros y jornaleras, conocidos también como los migrantes internos, las instancias de gobierno siguen sin preocuparse por implementar políticas que se avoquen a una atención especial e integral que ayude a revertir la grave situación de explotación, discriminación y exclusión social”, Abel Barrera, Director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Señala que del total de jornaleros que migran de sus comunidades a buscar trabajo, el 42 por ciento tiene menos de 15 años y casi la mitad son mujeres.
“Si la situación de niñas y niños es crítica lo es no solo por su edad sino por las condiciones de trabajo de papas y mamas, que no por costumbre sino por necesidad los incorporan a sus estrategias de sobrevivencia”, Victoria Cruz, Programa Erradicación del Trabajo Infantil OIT.
El estudio se enfoca en los jornaleros y jornaleras de la zona de la montaña, en Guerrero, de donde cada año salen alrededor 32 mil indígenas.
Viajan hasta 72 horas para llegar a los campos de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, y Baja California Norte, principalmente, para trabajar en condiciones difíciles.
“Falta entonces voluntad política colectiva para que esos programas sociales se enfoquen en estos lugares y luego tienen que durar, es decir, décadas y no sean nicho de una administración o dos”, Javier Hernández, Representante Alta Comisionada ONU Derechos Humanos.
El representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández, señaló que el problema de la pobreza es el gran pendiente en varios países de América Latina.
Juan Carlos González