Muere el escritor Ernesto de la Peña
10/09/2012 Deja un comentario
Las letras están de luto, debido al deceso del escritor y pensador mexicano, Ernesto de la Peña.
La muerte, lo sorprendió en su lecho, 4 días después de haber sido galardonado con la Vigésima Sexta Edición del Premio Menéndez Pelayo, que entrega la Universidad Internacional con sede en Santander, España.
Un paro cardiorespiratorio, detuvo su brillante carrera a la edad de 84 años.
De la Peña, nació el 21 de noviembre de 1927 en la Ciudad de México.
Estudió letras clásicas en la Facultad de Filosofía de la UNAM.
Además de sánscrito y chino, en el Colegio de México y en la escuela Monte Sinaí de idioma hebreo.
De manera independiente aprendió otros idiomas, hasta dominar más de 30.
Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Real Academia Española.
Ernesto de la Peña, murió muy cerca de un aniversario más del sismo de 1985, aquel que lo dejó sin casa, pero que gracias al estímulo de su esposa, María Luisa Tavernier, le llenó de energía, para comenzar a escribir, ya cuando había superado el medio siglo de vida, según reveló el propio escritor.
“La Ciudad de México fue sacudida y parcialmente destruida por un terrible terremoto, mi compañera y esposa, María Luisa Tavernier, estuvo a mí lado de manera tan inteligente y generosa, que gracias a su estímulo en lugar de dejarme abatido y derrotado por haberme quedado sin casa, saqué fuerzas de flaqueza y venciendo una inveterada timidez, empecé a escribir relatos que se convertirían en Las Estratagemas de Dios el primer libro que publiqué”.
Libro con el que ganó el Premio Xavier Villaurrutia 1988.
De la Peña fue colaborador de diversos medios y dependencias.
En su última aparición pública, ofreció una plática sobre la obra emblemática de la literatura española, “El Quijote”
Espacio que aprovecho, para dejar constancia, que las enfermedades, lo acechaban, debilitando su salud.
“María Luisa ha estado contribuyendo indefectiblemente a mis tareas, respeto en ella, entre otros muchos aspectos valiosos su reciedumbre moral y su compañerismo incesante, puesto a prueba particularmente en los años recientes en que la enfermedad me ha visitado con impertinente frecuencia”.
De la Peña, habrá de alcanzar la sombra póstuma de los grandes, como el mismo lo afirmara.
“Y nosotros, una vez que se extinga una breve luz, tenemos que dormir una noche eterna. La inmortalidad artística, es la sombra póstuma de los grandes”.
A Ernesto de la Peña le sobrevive su viuda María Luisa Tavernini, quien reveló que en su último comentario, el escritor mostró su preocupación por la realidad que vive México, invadida por el crimen, la corrupción y la inseguridad.
José Luis Guerra García