
Poblaciones Callejeras
En México existe una tendencia generalizada a enfatizar los aspectos negativos de las poblaciones callejeras, afirmó la antropóloga Ruth Pérez López.
“La calle era percibida exclusivamente como un espacio nocivo en el cual el niño joven no se podía desarrollar de forma adecuada”.
Al presentar su libro “Vivir y sobrevivir en la Ciudad de México”, la autora señaló que el espacio público fue el punto de partida para el análisis de las manifestaciones sociales de las poblaciones callejeras.
La obra muestra cómo desde la situación de vulnerabilidad de estas poblaciones, los jóvenes participan en la construcción social.
Según la autora la calle representa un lugar para tejer relaciones sociales y constituye un referente de identidad grupal.
«Los jóvenes construyen su identidad colectiva a partir de referencias espaciales, conocen su colonia, conocen las calles”.
Afirmó que la calle crea cohesión social entre los miembros del grupo y un sentimiento de pertenencia al lugar en donde viven.
“Entonces la calle representa para ellos un espacio de aprendizaje, de juego, de libertad, de autonomía y de socialización”.
Aseguró que los espacios públicos se convierten en una alternativa de vida positiva para las poblaciones callejeras, en donde pueden trabajar y relacionarse.
Sin embargo, dijo, no es un espacio exento de peligro por el consumo de drogas y las actividades ilegales que realizan para sobrevivir.
Emmanuel Saldaña