Orden y desorden constitucional
25/07/2014 Deja un comentario
Durante los años del sistema del partido hegemónico en México, la Constitución sirvió como un instrumento de legitimación del poder.
Nunca se dejaron de celebrar elecciones en México, sin embargo el efecto del voto de los ciudadanos no era el de regular quién accedía al poder.
En este periodo se aprobaron más de cien reformas que provenían del Poder Ejecutivo.
Según el investigador Pedro Salazar, la Constitución se podía modificar según cada programa político del gobernante en turno.
“Se aprobaron entre 1917 y 1997, año en el que la pluralidad llegó al Congreso de la Unión ya de manera competida, 137 decretos de reformas constitucionales”.
Dijo que la Constitución era jurídicamente rígida pero políticamente flexible.
Pese a esta situación, explicó, la Constitución de 1917 logró organizar al poder de manera jurídica e institucionalizada en un orden federal.
“Y ha sido la misma constitución la que ha permitido en algún momento la existencia de un régimen autoritario, que ha permitido una transición democrática y que ha permito esta caótica y confusa democracia incipiente que tenemos hoy”.
Afirmó que los fundamentos del Estado mexicano sí quedaron plasmados en la Constitución de 1917.
“No fue una Constitución cualquiera la de 17 y esto vale la pena recordarlo cuando estamos además a 3 años de su centenario, la constitución mexicana de 17 sí fue un hito en el constitucionalismo moderno y fue reconocida como tal”.
Aseguró que la Constitución de 1917 fue el documento precursor de lo que hoy se llama democracia constitucional.
Pedro Salazar participó en el ciclo de conferencias “México ante sí mismo” en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Emmanuel Saldaña