Este lunes, a los 96 años de edad, falleció en la Ciudad de México el maestro Luis Nishizawa, uno de los grandes artistas de la plástica mexicana.
Luis Nishizawa concluyó en 2008 uno de los murales que forman parte del tesoro artístico del edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: el mural “La justicia”.
En tres niveles, muestra la dinámica histórica de un pueblo en lucha constante por construir una nación con justicia y libertad.
“En este caso el tema que se me dio de la justicia es muy importante, porqué por que la justicia es un anhelo universal, entonces de qué manera pintarla sobre una dama y la realizamos como una dama, el problema que yo encontré aquí es que la dama debería tener varios metros, pero sí lo logramos afortunadamente”.
En el primer nivel plasmó una escena de la justicia prehispánica, presidida por un juez que porta el copilli o diadema real.
Representó también a caballeros águila y tigre como referencia al poder y a la protección de la justicia.
En el segundo nivel se muestra a un grupo de once briosos caballos que cabalgan bajo la mirada de tres destacados juristas: Ignacio Luis Vallarta, Manuel Crescencio Rejón y Mariano Otero.
En el tercer nivel destaca la presencia de la diosa de la justicia con la mirada fija en la lucha histórica del pueblo mexicano.
Resalta también la figura de José María Morelos y Pavón, quien en medio de una llama de justicia rompe las cadenas de la esclavitud.
“Para mí ha sido muy satisfactorio que las autoridades, los ministros tengan esa preocupación, envestir a su edificio”.
Luis Nishizawa nació el 2 de febrero de 1918 en Cuautitlán, Estado de México.
Fue Maestro Emérito y Doctor Honoris Causa de la UNAM.
Obtuvo innumerables distinciones, entre estas el Premio Nacional de Ciencias Artes, en 1996, y la medalla “Tesoro sagrado del dragón” que le otorgó el gobierno de Japón.
Artista incansable que dejó huella en la plástica nacional.
“Me dijo uno de los grandes directores del centro médico: oye Luis, tú vas a vivir por lo menos 100 años y yo le contesté: oiga doctor tan poquitos, ándale vete al diablo”.
En noviembre de 2013 CONACULTA le entregó la Medalla Bellas Artes que recibió en su casa debido a su estado de salud.
Un verdadero hombre de arte que planeó su vida como si fuera a vivir dos mil años y que trabajaba como si fuera a morir mañana.
“¿Cómo le gustaría a usted en el futuro ser recordado por los mexicanos? bueno, como un ser viviente nada más”.
Juan Carlos González