Manifestación de fiestas prehispánicas y costumbres de nuestros pueblos originarios, que a la llegada de los conquistadores españoles, se transformó para no extinguirse.
Esa es la propuesta del poeta y dramaturgo, Miguel Sabido, en su obra «Teatro sagrado. Los coloquios de México».
“Al llegar los Franciscanos, lo discuto en el libro, desde entonces se plantea una nueva forma de comunicación que ya no es española, que ya no es mesoamericana, es el principio de algo nuevo”.
Con base en investigación de códices y cuadernos de coloquios encontró los modelos teatrales que han vivido durante siglos entre los pueblos indígenas.
“Para cargar la fiesta, para cargarla tienen que hacer sacrificios enormes y sin embargo los mayordomos se comprometen realmente y logran las fiestas, pero no las pueden hacer si no tienen este punto de partida, este coloquio que les dice, como les decían los códices a sus tatatatarabuelos cómo se debe hacer la fiesta”.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma destacó el trabajo del autor por difundir y ayudar a la preservación de los coloquios.
“Ojalá algún día todos seamos Nepantla, y aceptemos que la cultura mexicana es un río caudaloso que moja los mismo que a Calderón de la Barca que a las espléndidas obras de Usigli y a los sorprendentes cuadernos coloquios mexicanos únicos en el mundo y que entre todos los salvemos”.
El pensador e historiador Miguel León Portilla, recalcó el valor cultural del teatro sagrado.
“Teatro perpetuo, en el mundo náhuatl porque se repetía a lo largo del ciclo agrícola y de los ciclos de su liturgia, a lo largo de todo eso ese teatro, nos dice él, nos da como subsuelo de la realidad cultural de México, y yo añado, nos da escenarios al aire libre de lo que ha sido México y de lo que sigue viviendo en México, de su colorido, de su pensar profundo”.
La obra, aseguró el autor, es una muestra de los alcances del teatro para la identidad y la reconstrucción de tejido social.
Mario López Peña