La tradición de las calaveras

El Canal Judicial a la vanguardia estuvo,

noticias, programas y eventos, en su programación mantuvo,

varios reconocimientos y premios ganó,

hasta que la muerte le llegó.

Las calaveritas son parte de la tradición del Día de Muertos, único en México, para recordar al que se fue.

De azúcar, chocolate o gomitas,  traen escrito el nombre del difunto en la frente, o de personas vivas en forma de broma.

“En la actualidad de las tradicionales está la de amaranto que es la que se trabaja en el Estado de México, Michoacán y parte de Valles Centrales, y además hay modificaciones ahora como es con los nuevos materiales, el coco, chocolate, camote, alegría, goma, son de las más tradicionales, hay chococrispis también en calaveritas”, María del Socorro Vázquez, Comerciante.

Son vendidas en los tradicionales mercados denominados “Todos santos”, además de tiendas comerciales y tianguis.

Los precios varían dependiendo del tamaño y el material del que están hechas.

“Esas tienen mayor precio por la calidad del trabajo que tienen elaborado, pero el precio puede llegar a 20, 30 de mayoreo los cráneos más grandes como esa de chocolate están en 180 pesos”.

Las calaveritas literarias también son parte de la cultura mexicana para recordar a los difuntos, como una especie de burla ante la muerte.

Son epitafios humorísticos de personas vivas que constan de versos donde la muerte personificada, bromea con personajes de la vida real.

Es muy común dedicar las «calaveritas» a personajes públicos, en especial a políticos en el poder. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya muerto.

Desde algunos años, se realizan concursos en todo el país,  sobre las calaveritas literarias más ingeniosas  a fin de celebrar nuestra tradición de Día de Muertos.

Martha Rodríguez

Ofrenda Justiciera

La muerte llegó a los juzgados y entró por oficialía de partes.

Calaveras que no fueron a buscar un amparo sino que buscan preservar la tradición del Día de Muertos.

“La mayoría son buenos comentarios, aunque no ha faltado las críticas. Algunos nos han comentado que no se debe hacer este tipo de ofrendas porque es una cuestión religiosa”. Juez Sandra Robledo/Juzgado 1º Distrito Materia Amparo Penal, DF.

Es el Juzgado Primero de Distrito en Materia de Amparo Penal en el Distrito Federal, donde se coloca una ofrenda desde hace cinco años.

Este año, el tema fue una boda de muertos.

“Acá tenemos a la monjita, el fotógrafo, la catrina presidiendo todo acompañada del mariachi. El papel picado, este es importante porque simboliza el aire que es por donde se transportan las almas”.

La imagen de caverna no pasa desapercibida para propios y extraños.

Pero después de la boda de muertos, llega el altar a personajes destacados que  fallecieron este año.

Todo se consagra a un difunto. En este caso tenemos el séptimo nivel a tres personas que se fueron este año y que son Don Granados Chapa, Doña Leonora Carrington y Don Gaspar Henaine Capulina”.

La ofrenda contiene todos los elementos tradicionales del Día de Muertos y ya le dicen que es la Ofrenda Justiciera.

Luis Pavón Vásquez

 

 

Qué saben los niños del Día de Muertos

Ellos, igual que los adultos se ríen de la catrina, le cantan a las calaveras y se comen las figurillas de chocolate o azúcar que las representan.

“Laca laca la calaverita de azúcar… laca laca la calaverita”, Diego.

Diego cursa el primer grado de preescolar, le gustan las ofrendas y sabe que poner en la mesa del altar.

“En la ofrenda ponen frutas y jugos y refresco donde los niños murieron”, Cristina.

Cristina piensa que la muerte es dolor para los que se quedan y misterio para los que se van.

“Yo creo que a las personas que se les mueren sus familiares les duele mucho… Las personas que se mueren se van  al cielo… Los malos se van abajo y los buenos se van arriba”, Oscar.

Oscar creé que los muertos no se van… Que viven en nuestros recuerdos.

En ese día los que ya se murieron nos visitan porque su espíritu que vive en nosotros, su recuerdo que ese día los recordamos y les ponemos una ofrenda que es como un tributo hacía ellos, para que no se nos olviden”, Axel.

Inmersos en la tradición, chicos y grandes bromean con la muerte, cuenta historias de terror y aseguran que no le tienen miedo.

No me da miedo porque solo está la gente vestida”, Abigail.

“A mí no me da miedo porque son de a mentiritas”… No me espanta a mí, porque algún día todos nos tenemos que morir”, Oscar.

Verónica González