Participación democrática y vigilancia

La ciudadanía se ha acostumbrado a ser vigilada a pesar de que eso resulte violatorio a sus derechos humanos.

Así lo explicó, David Lyon, director del Centro de Estudios sobre la Vigilancia de la Queen´s University de Canadá.

“La vigilancia de diversos tipos se está expandiendo rápidamente, esta expansión tiene una fuerte relación con el sistema de gobierno, la participación democrática, las libertades civiles y los derechos humanos”.

En conferencia en la Facultad Latinoamericana de Derechos Humanos, explicó que la creciente vigilancia de los ciudadanos se identifica en tres circunstancias:

Los protocolos de identificación, como la biometría.

El uso de internet y datos en redes sociales.

Y; en la videovigilancia pública y privada.

Por vigilancia se entienden las prácticas cotidianas que prestan atención a los datos personales con el fin de influir, dirigir o controlar grupos y personas.

“La vigilancia es ambigua y cada vez más ubicua y líquida”.

La creciente vigilancia, destacó, pone en riesgo la democracia.

“La democracia depende de un gobierno que tiene acceso limitado a la información personal y los ciudadanos también pueden conocer de forma accesible las actividades del gobierno”. 

La vigilancia, destacó, afecta en particular a los grupos vulnerables, pues acentúa el daño a su dignidad.

Mario López Peña