La cruzada nacional contra el hambre, que promueve el Presidente Enrique Peña Nieto, está condenada al fracaso si no se incorpora a los campesinos y a los pequeños productores.
Así lo señalaron integrantes del Congreso Agrario Permanente, quienes lamentaron que en la integración del Pacto por México no se tomó en cuenta a las organizaciones campesinas.
“Si no avanzamos en la incorporación de pequeños y medianos productores a la generación de la producción nacional para abatir la alimentación, entonces la cruzada contra el hambre pudiera correr el riesgo de nacer con muchas limitaciones, si no es que con visos de muerte por inanición desde el principio”, Federico Ovalle Vaquera, Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos.
Mostraron su preocupación por que la cruzada contra el hambre se podría convertir en un programa asistencialista, que no resuelva el problema a fondo.
Por ello demandaron un acuerdo nacional que incorpore realmente a las familias campesinas a los esquemas de producción.
“La necesidad de que en el marco del pacto por México se haga posible poder suscribir con el gobierno federal un acuerdo nacional para el desarrollo agropecuario, precisamente por la importancia que tiene la producción de alimentos para nuestro país”, Rafael Galindo, Central Campesina Independiente.
Explicaron que actualmente el 96 por ciento de los recursos gubernamentales que son destinados al campo van a parar a manos de agro-empresarios y sólo el 4 por ciento a campesinos y pequeños productores.
Juan Carlos González