El mundo es menos pacífico por tercer año consecutivo.
De acuerdo con el Índice de Paz Global, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, la amenaza de ataques terroristas y las manifestaciones violentas hicieron al mundo menos pacífico este 2011.
El costo económico de esta tendencia alcanzó los ocho mil 120 millones de dólares.
En el ranking de la paz, México ocupa el lugar 121 de 153 países. Esto representa una caída de 14 peldaños con respecto al 2010.
Libia registró la caída más significativa, seguida de Bahrain y Egipto.
Los disturbios causados por la inestabilidad económica también impactaron los niveles de tranquilidad en Grecia, Italia, España, Portugal e Irlanda.
El informe señala que la caída del índice en este año está vinculada a los conflictos entre los ciudadanos y sus gobiernos.
Y sugiere que los gobiernos deben crear estabilidad sin recurrir a la fuerza militar.
África subsahariana sigue siendo la región donde la paz está casi ausente, con el 40 por ciento de los países menos pacíficos del mundo.
Sudán y Somalia figuran en los últimos lugares del índice.
En contraste, Islandia se ubicó en el primer lugar como la nación más pacífica del mundo, seguida por Nueva Zelanda, Japón, Dinamarca y la República Checa.
Por quinto año consecutivo, Europa Occidental es la región más pacífica.
La mayoría de los países que la integran se ubican entre los 20 primeros del Índice de Paz Global.
América del Norte mostró una ligera mejoría en comparación con el año pasado.
Canadá subió seis lugares en el ranking del 2011 y Estados Unidos se mantuvo en el número 82 de los 153 países evaluados.
Este año el tema del Día Internacional de la Paz, que se celebró en todo el mundo, fue:
Paz y democracia: ¡Haz que tu voz se oiga!
La ONU señaló que la paz y la democracia constituyen una alianza para lograr un mundo mejor.
El organismo internacional propuso una mayor intervención de la sociedad civil en el diálogo sobre los procesos constitucionales, promover el empoderamiento de la sociedad civil y la igualdad entre los géneros, luchar contra la discriminación, fomentar la educación cívica y la inscripción de votantes.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señaló que para lograr una convivencia justa y armónica es necesario respetar los derechos humanos, sin distinción alguna.
Solo así se podrán erradicar prácticas discriminatorias, de intolerancia y racismo.
Verónica González