Asiste Rafael Cauduro a presentación del libro «Pintar los muros, deshacer la cárcel».

FOTO CAUDURO“Cambiaron el gris por los colores, por los ideales, por la libertad, finalmente hicieron unos paisajes de libertad”,

Es la opinión de uno de los artistas plásticos más importantes de México, sobre el trabajo realizado por un grupo de mujeres al interior del Penal de Santa Martha Acatitla.

Para Rafael Cauduro los cuatro murales que dieron un nuevo rostro a la cárcel de mujeres, tienen destellos de arte que vale la pena admirar.

 “Y con símbolos muy originales, o sea no hay uno de esos que ya están gastados, son símbolos que los pensaban, una cárcel te debe de dar una sensibilidad diferente”.

El artista plástico tuvo la oportunidad de visitar la prisión cuando las mujeres pintaban sus vidas y sus anhelos en estas paredes.

Asegura que los cuatro murales tienen cierta relación con la justicia, pero hay uno que llamó su atención.

 “Ellas hacen unas siluetas, le ayuda una compañera a la silueta y se ponen sus archivos en el pecho, como diciendo aquí en mi pecho tengo estos archivos, no son papeles, no son cosas, son almas en espera”.

Encuentra cierta similitud con la parte del mural que él pintó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en 2009, sobre los archivos olvidados.

Celebra que las internas del Penal de Santa Martha Acatitla tengan la oportunidad de pintar, como parte de su proceso de reinserción social.

 “Es una maravilla porque finalmente están haciendo lo que yo hago, quizás yo hago más horas en ese presidio que es mi estudio y yo creo que ellas mientras están pasándola como yo en mi estudio, ahí no hay libertades, ni cárceles ni nada”.

Ya sea en un estudio o en una cárcel, lo importante, dice, es utilizar el arte como una forma de libertad.

Juan Carlos González

Presentan libro “Pintar los muros, deshacer la cárcel” en la SCJN

En la Suprema Corte, donde se encuentran los murales que Rafael Cauduro pintó sobre la justicia mexicana, se presentó el libro “Pintar los muros, deshacer la cárcel”.

Relatos de mujeres presas en el Penal de Santa Martha Acatitla, en la búsqueda del respeto a sus derechos y de ser juzgadas con perspectiva de género.

Reclamos plasmados en murales hechos por ellas mismas, en las paredes de la prisión.

“Hay que trabajar para abrir sus puertas y permitirles el acceso, no podemos fallarles una vez más, las mujeres se han alzado, sobre todo de los muros que las encierran, las de la cárcel, pero también de aquellos que las hastiaban antes de su ingreso al penal, los cercos de la feminidad y la manera de ser mujer que esclaviza, los de la cultura y educación precaria, los de la pobreza”, Marisa Belausteguigoitia, Coordinadora del libro.

“Los derechos humanos del hombre y de la mujer son inalienables, hombres y mujeres tenemos derechos fundamentales que deben ser garantizados”, Ethel Flores, Ex convicta.

Símbolos artísticos en el clamor de una verdadera justicia.

“Incluso en las formas en que están archivadas, y yo creo que muchos de los juzgadores se olvidan que esos papeles son almas en espera, y que están esperando todos los días y finalmente están recluidas”, Rafael Cauduro, Muralista.

En la Suprema Corte de Justicia se impulsó la presentación de la obra.

“Porque queremos conocer el impacto de las sentencias que dictan juezas y jueces en la vida de las mujeres, porque queremos conocer la historia de las personas que no están presentes en los expedientes judiciales, porque queremos saber qué tipo de personas son las que se ha decidido condenar, sentenciar, encerrar y sacar de la sociedad, también porque queremos tener esperanza de que las cosas en el ámbito de la justicia pueden ser diferentes”, Mónica Maccisse, Titular de la Unidad de Equidad de Género, SCJN.

“El mayor acierto de la publicación no es permitir que el lector visite, se conmueve y se sienta estrujado por el escenario más visible del sistema de justicia penal, el sistema carcelario, sino el servir de caja de resonancia de las voces que se expresan plásticamente, pues no debemos olvidar que el hecho de purgar una condena no extrae de las personas todo el cúmulo de derechos humanos de las cuales son titulares”, Carlos Pérez, Director de Derechos Humanos y Asesor de la Presidencia de la SCJN.

Se destacó la importancia de seguir evaluando la impartición de justicia con perspectiva de género, sobre todo en la actividad al interior de los centros penitenciarios.

Martha Rodríguez

Jueces hicieron un recorrido por el edificio sede de la SCJN

Los jueces de tribunales internacionales, regionales y locales que acudieron a esta cumbre recibieron un recorrido por el edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Contemplaron uno de los edificios más emblemáticos del país por su diseño arquitectónico y por los murales que notables artistas han plasmado en su interior.

Recibieron una explicación sobre el mural “Historia de la justicia en México” elaborado por el artista Rafael Cauduro, ubicado en el ala suroeste del edificio sede.

En inglés y en castellano les revelaron elementos de este mural único por su técnica y fuerza expresiva.

Recorrieron los tres pisos en los que Rafael Cauduro plasmó la tortura, el homicidio, el secuestro, la violación, la privación de la libertad y la represión.

Un retrato crudo del acontecer histórico y los brutales obstáculos en la búsqueda de justicia por los ciudadanos.

Un recordatorio de los retos y del compromiso que tiene todo juez constitucional en México y en el mundo.

Mario López Peña

70 años del Edificio Sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

Es uno de los edificios más emblemáticos del corazón de México, que guarda décadas de historia.

La casa del Tribunal Constitucional de nuestro país que este jueves cumple 70 años.

Fue el 23 de febrero de 1936 cuando el presidente Lázaro Cárdenas colocó la primera piedra del Edificio Sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Las obras de construcción comenzaron sobre los terrenos de la Antigua Plaza del Volador, a un costado de Palacio Nacional.

El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Antonio Muñoz García, quien concibió un edificio rectangular de 78 metros por 96, en una superficie total de 7 mil 488 metros cuadrados.

La estructura del edificio es  de acero laminado y concreto armado… El recubrimiento interior y exterior es de cantera y chiluca.

En total, más de 42 mil toneladas que hacen de esta estructura un edificio de peso, no sólo por su tamaño sino por lo que representa.

La Sede del Tribunal Constitucional fue inaugurada el 2 de junio de 1941 por el presidente Manuel Ávila Camacho, en compañía del Ministro Salvador Urbina, entonces Presidente de la Suprema Corte.

De la fachada, destaca la puerta principal de bronce pulido que pesa tres toneladas y media y que fue esculpida por el Artista Ernesto Tamariz.

En el vestíbulo de la estrada se encuentran las estatuas de los destacados juristas Ignacio L. Vallarta y Manuel Otero.

Desde su construcción, el Edificio Sede de la Suprema Corte de Justicia se ha convertido en una verdadera galería, que inició con los murales de José Clemente Orozco, ubicados en el vestíbulo principal.

Recientemente, se sumaron las obras de cinco muralistas que adornan las esquinas del edificio y el vestíbulo superior.

“La Justicia”, de Luis Nishizawa; “La Justicia, Supremo Poder”, de Leopoldo Flores; “La Busqueda de la Justicia”, de Ismael Ramos; La Historia de la Justicia en México, de Rafael Cauduro.

El último mural es de Santiago Garbonel, titulado “Caminos y Silencios, de Hombres y Mujeres, de Recuerdos y de Olvidos».

Como parte de los festejos por el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, el Edificio Sede de la Suprema Corte fue sometido a una restauración integral.

Recuperó así la belleza que mostró hace 70 años cuando fue inaugurado.

Juan Carlos González

Mural “Historia de la Justicia en México”

En el ala suroeste del edificio sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con su imponente crítica, está plasmado el mural “Historia de la Justicia en México”, realizado por el maestro Rafael Cauduro.

Tortura, homicidio, secuestro, violación, cárceles y represión son temas centrales de la obra.

Es un  recorrido temporal que cuestiona los procesos de procuración e impartición de justicia en México.

“Denuncia una desagradable realidad, que no debe seguir siendo parte de nuestro paisaje, es la visión del autor que nos reta a que estas escenas desaparezcan para siempre de nuestro país; para que permanezcan como imágenes pero no como vivencias”, Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia.

La obra comienza en la planta baja del edificio, donde hay un tzompantli, un altar azteca, que consistía en decapitar a las víctimas de los sacrificios humanos y conservar sus cráneos.

“Todas las mañanas y todas las tardes de los días laborales, los ministros habremos de ver los murales que se han colocado ahí para nosotros”, Ministro José Ramón Cossío.

En el primer nivel se encuentran dos secciones con temas de crímenes vinculados con la violación y la tortura.

En el área superior están los murales que se refieren a crímenes como homicidio, represión y secuestro.

A casi dos años de su inauguración, la postura crítica de “La Historia de la Justicia en México”, se mantiene presente.

Mario López  Peña