Las radios comunitarias en México siguen sin ser reconocidas lo que impide a las comunidades marginadas ejercer su derecho a la libertad de expresión, afirmaron participantes en el seminario sobre este tema que se realiza en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Ello a pesar de que la Suprema Corte, determinó que este tipo de frecuencias deben regularse en la legislación para facilitar el acceso a ellas, resolución que fue respaldada por Naciones Unidas y la OEA.
“Adoptar un marco normativo que brinde certeza jurídica, promueva la desconcentración de la radio y la televisión y contribuya a genera un espacio mediático plural y accesible a todos los sectores de la población, especialmente a la radiodifusión comunitaria para que pueda operar sin discriminación”, Alan García, Oficial de la Oficina en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Recordaron que una sociedad democrática, debe garantizar el acceso a los medios de comunicación; y la libertad de expresión, no debe inhibirse por medio del derecho penal.
“En ese sentido la Comisión Interamericana ha considerado que reconocer y facilitar la radiodifusión comunitaria es una manera idónea para promover diversidad en el proceso comunicativo y para responder así a la exclusión sistemática del debate público de grupos sociales tradicionalmente marginados, discriminados o que se encuentran en estado de indefensión”, Michel Camilleri, Relator Especial para la Libertad de Expresión, Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Coincidieron que resulta urgente que el estado reconozca a las radios comunitarias y evite su persecución, pues el negarles ese derecho, produce un efecto similar al de la censura, es decir, el silencio y su invisibilidad.
Puntualizaron que el estado debe impulsar cambios a la legislación para evitar la concentración de medios, y facilitar el acceso de grupos marginados.
José Luis Guerra García