67 de cada 100 mexicanas de 15 años de edad y más, han sido víctimas de violencia.
“Sufrí abuso sexual por parte de un compañero de trabajo… sales a la calle y no quieres que nadie te vea, agachas la cabeza, la verdad ya no eres la misma, te sientes sucia que no eres nada”, Testimonio Anónimo.
La mayoría no denuncia… El silencio se convierte en cómplice de la impunidad.
“A mí me amenazó que si abría la boca o algo, que me iba a matar y más que nada porque él conocía a mi familia, entonces yo tenía miedo, y yo no le decía a mi familia”, Testimonio Anónimo.
El año pasado en el sistema de transporte colectivo de la Ciudad de México se registraron 217 casos de abuso sexual.
“No quieren denunciar y como te repito, por pena, o porque no tiene tiempo o sea si llegan con nosotros y nos dicen este chico me toco; bueno y usted va a seguir adelante con la denuncia, porque yo estoy para apoyarla pero si usted no me apoya yo no puedo hacer nada con él”, Ana Jiménez, Policía Auxiliar DF.
La denuncia puede ser como un trago amargo, pero vale la pena.
“Me llevaron a levantar una demanda y me mandaron a unas terapias psicológicas… tú sientes que no vales nada, pero te ayudan a que pienses que lo que paso hay que superarlo, que tu si vales, no eres la misma persona, pero hay que seguir la vida”, Testimonio Anónimo.
Instituciones como esta brindan servicios de salud gratuitos a víctimas de violencia sexual.
En los últimos cuatro años atendieron a más de dos mil 500 personas.
La mayoría son mujeres, su principal preocupación, un embarazo.
“A la edad que tengo traer un bebe, si a veces nosotros no podemos ni con nuestra propia vida, y traer un bebe, aunque digan nace de ti, pues si yo no lo quería”, Testimonio Anónimo.
“Nosotros le informamos a la usuaria que no es esta obligada a continuar con esto, porque tenemos en el Distrito Federal un programa de interrupción legal del embarazo”, Ubaldo Ramos, Médico Ginecoobstetra, Clínica Especializada Condesa.
Todos los casos de violación sexual son urgencias médicas y requieren atención inmediata, el tratamiento debe iniciar en las primeras 72 horas.
El objetivo es prevenir un contagio de VIH, sífilis, gonorrea o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual.
“Cuando iniciamos un tratamiento profiláctico para prevenir el SIDA, este tratamiento dura 28 días y es gratuito, los usuarios tiene que venir a un seguimiento y les damos así mayor certeza de que no estén infectados”.
Los servicios médicos que ofrece la clínica especializada condesa son confidenciales.
Desde que inició su programa de atención a víctimas de violencia sexual, en 2009, no se ha registrado ningún caso de seropositivo.
Más del 90 por ciento de los casos que atienden son enviados directamente por el Ministerio Público del Distrito Federal.
Además del tratamiento médico se ofrece atención psicológica.
Los médicos están convencidos de la efectividad de este programa, aunque reconocen que mientras la violencia sexual provenga del propio cónyuge, de amigos o familiares, seguirá siendo difícil prevenirla.
“Pero si cuenta mucho de que ya nosotras rompamos el silencio y denunciemos hasta las últimas consecuencias”, Ana Jiménez, Policía Auxiliar DF.
Verónica González