El cambio de horario que a partir de este domingo siete de abril implicará adelantar una hora el reloj, no trastorna el sueño, ni daña la salud, explicó Reyes Haro, Director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.
A través de un comunicado y para ejemplificar que no hay daño, recordó que en días pasados, tras las vacaciones de la semana mayor, varias personas hicieron un ajuste, no de una, sino de dos a tres horas para volver a la escuela o al trabajo.
Al acostarse tarde el viernes, y levantarse el sábado horas después de lo habitual, en la noche del domingo cuesta trabajo dormir temprano, y se dificulta despertar el lunes, un desfasamiento que lo viven muchas personas cada fin de semana, y que no tiene efectos en la salud.
El cerebro tiene la capacidad de adaptarse a esos cambios, incluso si son mayores, como ocurre si viajamos a países lejanos de Europa o Asia.
Consideró que no ayuda a la adaptación la actitud de resistencia que muchas personas tienen para levantarse una hora más temprano entre abril y octubre, por lo que sugirió modificar actividades para adelantar la hora de dormir.
El horario de verano en México inicia el primer domingo de abril, se adelanta una hora a los relojes de las 2:00 a las 3:00 de la mañana.
Termina el último domingo de octubre, y se atrasan una hora los relojes, de las 2:00 a la 1:00 de la mañana.
El cambio de horario representa ahorros por mil gigavatios hora, cifra igual al consumo de energía del Estado de Campeche durante 2011.
Oscar González