La Ministra Luna Ramos, impartió la conferencia magistral “Imperativos Deóntico-Jurídicos, relacionados con la función jurisdiccional”.
04/03/2015 Deja un comentario
El buen juez debe serlo por vocación y por convicción, sobre todo porque hoy como nunca desempeña un papel preponderante en un Estado de derecho que se cuestiona día a día.
Así lo afirmó la Ministra Margarita Luna Ramos, al impartir la conferencia magistral: “Imperativos Deóntico-Jurídicos, relacionados con la función jurisdiccional”, en el Instituto de la Judicatura Federal.
“Al Poder Judicial le toca demostrar, también, día a día que es el punto de equilibrio, un Poder Judicial encarnado en cada uno de sus jueces, llamados a asumir con profundo compromiso los valores y principios que en una democracia orientan la labor jurisdiccional. Conscientes de que su diario quehacer incide en la sociedad de manera directa”.
La Ministra Luna Ramos participó en el Tercer Congreso Interdisciplinario de Bioética, Tanatoética y Ciencias Forenses.
Correspondió inaugurarlo al magistrado Julio César Vázquez-Mellado García, director general del Instituto de la Judicatura.
“El congreso que hoy nos une, tiene una segunda característica, además de la interdisciplinariedad la prevalencia de las mujeres; de ahí que podamos extenderlo como preámbulo para realizar un homenaje a las mujeres pioneras universitarias en ciencias, artes y humanidades”.
El congreso lo organizaron el Instituto de la Judicatura Federal-Escuela Judicial y el Colegio de Profesores de Bioética, Tanatoética y Ciencias Forenses, el cual durará dos días y es en homenaje a las mujeres pioneras universitarias en ciencias, artes y humanidades.
Heriberto Ochoa Tirado